Claves para producir alimentos todo el año en tu huerta urbana

Mirá las recomendaciones de INTA.

Noticias14/02/2024San Juan y el campoSan Juan y el campo
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La falta de espacio en la ciudad es uno de los factores que incentivan a las alternativas de producción. En ese sentido, el desarrollo de huertas urbanas, además de brindar alimentos frescos, permite reutilizar muchos materiales inorgánicos y orgánicos que suelen desecharse en los hogares. Por esto, desde el ProHuerta, el programa del INTA y el exMinisterio de Desarrollo Social de la Nación [ahora Capital Humano], impulsan la creación de huertas en espacios reducidos.

 De este modo, en el organismo indicaron que la producción de alimentos en casa significa que se puede ser responsables del sustento propio. Para esto, antes de comenzar con la huerta es importante tener en cuenta una serie de aspectos fundamentales, como el sol, el agua, las semillas y los plantines, asociación y rotación de cultivos y cercos, barreras verdes y sombras, entre otros aspectos.

 LAS CLAVES

Sol
La luz solar es fundamental para las plantas, ya que les aporta la energía básica para que puedan crecer. Las hortalizas de fruto y las de raíz deben contar con al menos cinco horas diarias de sol, mientras que las de hoja, requieren tres horas de exposición.

A la hora de producir en áreas urbanas, el sol constituye un recurso clave para la producción de alimentos y, junto con la tierra, son los recursos limitantes más frecuentes. La escasez de luz directa provocará que las plantas crezcan despacio, débiles y que tengan poco rendimiento y muchas enfermedades.

Agua
El agua es esencial para el desarrollo de las plantas, por lo que se debe contar con la cantidad suficiente y segura para el riego. Sobre todo en verano, la recomendación es disponer de fuentes de agua (canillas, mangueras, etc.) lo más cercanas a la huerta.


Es importante no regar con aguas inseguras, como aguas servidas o que provengan de ríos o arroyos ubicados en zonas industriales. Estas aguas pueden estar contaminadas con bacterias peligrosas, residuos metálicos e hidrocarburos que pueden perjudicar la salud.

Las hortalizas serán tiernas y sanas siempre que reciban agua en cantidad suficiente y con una frecuencia cotidiana. Si escasea, las plantas disminuyen su capacidad productiva. Por el contrario, el exceso de humedad también es perjudicial, ya que provoca la aparición de enfermedades y deteriora la calidad y el sabor de los productos.

Semillas y plantines
Para realizar la siembra, serán necesarias semillas y plantines de especies hortícolas, aromáticas o florales. Algunos frutales como los cítricos como limoneros y quinotos, especialmente y, en menor medida, los ciruelos y las higueras pueden cultivarse en macetas y contenedores.

Cercos, barreras verdes y sombras
Si la huerta está ubicada en una terraza, es recomendable construir barreras con plantas altas, como cañas verdes o secas, que atenúen los vientos fuertes y eviten el excesivo calor del verano. También, pueden utilizarse una tela o media sombra para disminuir el impacto de las temperaturas elevadas. En cambio, si la huerta está en contacto con calles o avenidas muy transitadas, se puede colocar una barrera verde en el frente del cultivo para retener el humo y el polvo ambiental. 

Tierra
En las ciudades, los suelos suelen estar deteriorados. Es común encontrar suelos de relleno, generalmente con arcillas, suelos decapitados sin sus primeras capas o suelos con una historia previa que desconocemos. En cualquier caso, es necesario utilizar diversas técnicas agroecológicas que permitan mejorar y enriquecer la tierra. En ese sentido, cuanto mejor sea el suelo, mejores plantas tendremos. Si se cuenta con un suelo adecuado y espacio suficiente, se puede sembrar directamente sobre este. Sin embargo, cuando se vuelve un recurso limitado para el cultivo, es posible producir en diversos envases.

Sobre el sustrato
El cultivo en envases ofrece la ventaja de combinar, en las proporciones adecuadas, los materiales que utilizaremos para el sustrato. Un buen sustrato aportará nutrientes a las plantas, retendrá las cantidades necesarias de agua y drenará el exceso de humedad. Para lograrlo, se debe mezclar una parte de tierra negra, tres partes de abono orgánico maduro, una parte de arena gruesa, viruta o cascarilla de arroz o perlitas.

El recipiente
Los recipientes pueden ser espacios de cultivo y una alternativa para producir los alimentos. Para elegir el envase apropiado, se debe tener en cuenta la especie a sembrar, la profundidad a la que se debe sembrar, la densidad y el volumen de tierra que se necesita.

Asociación y rotación de cultivos
La asociación de cultivos es una práctica fundamental de toda huerta que ayuda a optimizar el espacio disponible. Es por esto que, la clave se encuentra en combinar plantas de crecimiento horizontal con otras de crecimiento vertical, puerros y lechugas, respectivamente, o especies de crecimiento rápido, rabanitos y lechugas, con algunas de crecimiento lento, como zanahorias y repollos.

Esto ayuda también a optimizar el uso del sustrato. Es decir, la combinación de algunas especies permite que las plantas no compitan por los mismos nutrientes de la tierra. Las verduras de hoja tienen raíces superficiales y consumen el nitrógeno del suelo. Por el contrario, las plantas con raíces más profundas extraen, sobre todo, el potasio. Por otro lado, se evita el crecimiento de malezas, ya que, al utilizar el suelo de manera intensiva, la superficie se cubre con vegetación y las malezas tienen menos espacio y luz para crecer.


 

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